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CAJÓN DE SASTRE DE UNA VIAJERA

lunes, 6 de marzo de 2017

Recorrido por el Gijón de la Guerra Civil Española

Todos los españoles sabemos de la sangrienta Guerra Civil Española. La conocemos a través de los libros de texto y las historias personales de los más mayores. La guerra se cebó con casi todas las familias españolas y por ejemplo, en mi caso, dejó a mi querida abuela huérfana de padre con tan solo 12 años y herida en el alma para el resto de sus días.

Comienza el recorrido por el Gijón de la Guerra Civil 


Sin embargo, a veces no sabemos demasiado de los antiguos escenarios bélicos que tenemos más cerca. Hace dos semanas, en una soleada mañana de domingo, decidí ir más allá. Se trataba de mirar a mi Gijón con otros ojos.

Un grupo de veinte personas, guiados por el geógrafo Manuel Antonio Huerta, salimos a la ciudad desde el Museo Nicanor Piñole para recrear algunos de los momentos más dramáticos de Gijón.

Museo Nicanor Piñole de Gijón

Recorrimos los lugares clave del Gijón de la Guerra Civil Española y tuvimos la oportunidad de conocer un poco más de la historia de la ciudad entre el 20 de julio de 1936 y el 21 de octubre de 1937, los 15 meses en que Gijón se convirtió en la capital de la Asturias republicana.

Palacio Revillagigedo en Gijón derruido durante la Guerra Civil Española

Historia y escenarios de la Guerra Civil en Gijón 


Hoy os quiero invitar a conocer la historia y a visitar algunos de los escenarios del conflicto en Gijón. Mis paseos por estos lugares no van a volver a ser iguales. ¡Empecemos!

El 18 de julio de 1936 el coronel Pinilla ordena el acuartelamiento de las tropas. La idea era desplegar varias unidades para ocupar algunos objetivos estratégicos.

Finalmente, la noche del 20 de julio las tropas sublevadas salen por lugares tan emblemáticos como el Paseo de Begoña. Poco a poco, los milicianos controlan la situación en el centro. En la Batería Alta del Cerro de Santa Catalina había un destacamento del Regimiento Simancas, que se rinde también ante los milicianos. Y la Guardia Civil entrega su cuartel de los Campos Elíseos, entre la avenida de la Costa y la calle Ramón y Cajal.

Paseo Begoña de Gijón e Iglesia San Lorenzo Preguerra y actualidad

Teatro Jovellanos reconstruido tras la destrucción del Teatro Dindurra en un bombardeo el 14 de octubre de 1937 durante la Guerra Civil Española en el Paseo de Begoña de Gijón

A los soldados rebelados no les queda otra que replegarse hacia los cuarteles. La sublevación militar de Gijón había fracasado, al contrario que en Oviedo.

A partir de este momento, comienza en Gijón el asedio de los cuarteles, con ataques continuos de los milicianos. El 16 de agosto de 1936 cae el Cuartel del Coto y el Cuartel de Simancas es finalmente tomado por las milicias fieles a la República el 21 de agosto.

Al mismo tiempo, comienzan los bombardeos en la ciudad. A partir del 22 de julio de 1936, los gijoneses ya no se fiarán de ningún ruido proveniente del cielo. El primer gran bombardeo se produce el 14 de agosto y deja medio centenar de muertos, muchos cerca del Cuartel de La Guardia de Asalto, en el Antiguo Instituto Jovellanos, que se había puesto del lado de la República.

Los gijoneses tampoco se fían del mar, pues desde el verano de 1936 llegan numerosos disparos provenientes del crucero sublevado Almirante Cervera. En el muro de San Lorenzo y en el Cerro Santa Catalina se instalaron a continuación ametralladoras para defender a la ciudad.

Muro Playa de San Lorenzo e Iglesia de San Pedro en Gijón

A partir del verano de 1937, con la llegada de la Legión Cóndor al Frente Norte, los ataques aéreos se hacen diarios. El Palacio Revillagigedo, cuartel de las milicias, fue parcialmente destruido en un bombardeo en septiembre de 1937. El Musel y todo el casco urbano también sufrieron grandísimos destrozos en este fatídico verano.

Palacio Revillagigedo en Gijón

Con tanto bombardeo, la ciudad tiene que organizarse para proteger a sus ciudadanos. La Junta de Defensa Civil habilita una red de refugios, muchos de ellos en sótanos y portales seguros. También hay refugios construidos especialmente para la defensa. Entre ellos está el túnel de Cimadevilla, con capacidad de 1200 personas y el túnel de Begoña, en la calle Fernandez Vallín, donde cabían 500 vecinos.

Cañón en Cimadevilla y entrada al refugio túnel de Cimadevilla en Gijón

Calle Fernández Vallín en la que estaba el refugio túnel de Begoña y cuadro El Refugio de Nicanor Piñole

Como decía, tras la sublevación militar, Gijón se mantiene fiel a la Republica. Se crea una Delegación de Movilización, entre la calle Corrida y Munuza, para organizar la defensa contra los militares sublevados, y un Comité de Guerra, en el edificio del antiguo Banco de Gijón, en la calle Begoña.

A pesar de la guerra, el Ayuntamiento de la ciudad sigue funcionando en manos anarquistas. Ellos propician mejoras urbanísticas como la destrucción de viejos edificios o la construcción de la característica balaustrada de la playa, pero también toman decisiones muy controvertidas como derruir las tres iglesias más emblemáticas de la ciudad: San Pedro, San Lorenzo y San José. En el Ayuntamiento tiene asimismo sede el Tribunal Popular de Justicia.

Plaza Mayor y Ayuntamiento de Gijón

Por otro lado, la Casa Blanca en el Parchís se convierte en la sede del gobierno republicano en Asturias.

Los servicios sanitarios se instalan en la Gota de Leche, en la plaza del Humedal, y el Hospital de la Caridad, en la calle Cabrales. El Patronato de San José se convierte en hospital de sangre.

Gota de Leche en la plaza del Humedal y Casa Blanca en el Parchís en Gijón

Muchos adultos pierden su vida y los orfelinatos de Gijón se llenan. Empieza a funcionar el orfanato Alfredo Coto, en el antiguo colegio de San Vicente Paul, el orfanato Rosario Acuña, en la quinta Bauer en Somió, y el del Asilo Pola, en el actual Museo Piñole.

Las iglesias también cambian de función. La Iglesia de San José fue utilizada como cárcel provisional, hasta su derribo a finales de agosto de 1936. A raíz del gran bombardeo de agosto de1936, se viene a buscar a 63 presos que se hallaban en la Iglesia de San José y se les fusila como represalia. Un escarnio por todos lados…

Los Carmelitas, en el Paseo de Begoña, es ocupada por los milicianos en septiembre de 1936. La usan como almacén de municiones, hospital y cuartel de regimiento.

La Iglesia del Sagrado Corazón, conocida como La Iglesiona, se convierte en otra cárcel. Por allí pasan cientos de prisioneros capturados por las milicias fieles a la República y se ajusticia a 341 de ellos. Tras la guerra, sigue siendo cárcel y las tropas sublevadas también ejecutarán a muchos de estos prisioneros.

Iglesia del Sagrado Corazón Iglesiona - Antiguo Instituto Jovellanos – Placa de la nueva Iglesia San José de Gijón

Ya os podéis imaginar las condiciones de los presos y cómo eran hechas las ejecuciones de unos y otros: un paseo o un juicio que no era tal y adiós.

Una vez finalizada la guerra en Gijón, con la entrada de las Brigadas Navarras el 21 de octubre de 1937, la Plaza de toros del Bibio se convirtió en campo de concentración y, por desgracia, no fue el único de la ciudad.

Ya en los 40, ante el temor de un ataque aliado contra España, se construyen refugios antiaéreos en las poblaciones de más de 20000 habitantes. Los sótanos de la actual Biblioteca Pública Jovellanos, antes Banco de España, constituyen un ejemplo de estos refugios.

Edificio del antiguo Banco de Gijón y actual Biblioteca Pública Jovellanos en Gijón

Una historia, tan dura como real, que nos ha hecho dar un paseo verdaderamente completo por el hoy tan tranquilo y agradable centro de Gijón.


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La Guerra Civil Española tuvo como consecuencia el exilio de grandes artistas españoles como Pablo Picasso o Rafael Alberti.

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