Si una película retrata la ciudad de Gijón con emoción es la oscarizada “Volver a empezar” (1982) de José Luis Garci.
En 1981, Miguel Albajara (Antonio Ferrandis), un famoso escritor que vive en Estados Unidos, está a punto de recibir el Premio Nobel de Literatura. Tras recibir la noticia que sólo le quedan seis meses de vida, decide hacer su último viaje a su ciudad natal, su Gijón del alma. Allí se rencuentra con su amor de juventud, Elena (Encarna Paso). Juntos recorren la ciudad y otros bellos lugares de Asturias.
Ya lo diría Garci, “Gijón tiene cierto veneno, cierto encanto en el paisaje y en el clima, que va muy bien con el marco para la melancolía de la historia”. También añadiría, “Gijón posee algo difícil de explicar, un carisma especial”. Así lo pensamos muchos, a pesar de que la Capital de la Costa Verde no es la más monumental, engancha como pocas.
La película emociona pero no quiere caer en la melancolía barata y trata de destacar la vitalidad, la fe en la vida y el mirar hacia adelante. Y Gijón es la razón principal de todo esto.
Momento Chips
“Volver a empezar” fue la primera producción española que obtuvo el Oscar a la Mejor película de habla no inglesa.