Desde hace algún tiempo tenía ganas de aprender un cuarto idioma. Podía haberme decantado por una opción fácil. El italiano y el portugués son lenguas que se parecen bastante al español. Además, he tenido bastante contacto con italianos, portugueses y brasileños a través del trabajo con lo que comprendo mucho mucho.
¡No! Elegí el chino mandarín.
Estas son las razones por las que tomé esta, entre osada y loca, decisión,
1) Lengua más hablada
El chino mandarín es la lengua más hablada del mundo. Unos 1200 millones de personas son capaces de comunicarse en esta lengua.
2) Cada vez hay más chinos en otras partes del mundo
El chino no sólo es útil en China. Por ejemplo, en España la comunidad china está entre las más importantes; en nuestro país viven más de 200 000 ciudadanos chinos.
3) Nueva lengua de los negocios
Es indudable que hoy día el chino es una ventaja para los negocios y si uno quiere abrirse camino en China comercialmente, cobra aún más importancia. Además, los chinos dan un especial valor al extranjero que se ha tomado la molestia de aprender su idioma.
4) Mejor currículum vítae
Para diferenciarse del resto de candidatos en un proceso de selección, no hay nada como hablar chino.
5) Comprender la lengua, la cultura y las costumbres de China
Siempre lo he dicho, si quieres entender los entresijos de un pueblo, su lengua y su cultura, aprende su idioma. Terminarás, igualmente, por comprender mejor los tuyos propios.
6) Leer grandes obras o ver películas en su idioma original
La cultura china es una de las más importantes y ricas del mundo. Hablar la lengua permite olvidarse de traducciones, que siempre hacen perder gran parte de su esencia a la obra original.
7) Introducción a otros idiomas
Hablar chino puede ayudar en el aprendizaje de otros idiomas como el japonés, el coreano o el vietnamita. Pero he de confesarlo, de estos idiomas, por ahora me centro sólo en el chino, que ya me está dando suficiente lata.
8) Buen ejercicio para el cerebro
Estudiar chino es un gran ejercicio para el cerebro. Se trabaja la memoria, la asociación de ideas, la atención, etc.
9) Un reto
Las cosas fáciles no son siempre las que nos motivan más o nos dan más satisfacciones. Cuando uno comienza a hablar y entender esta lengua, se siente orgulloso de sí mismo y de su fuerza de voluntad.
10) Viaje a China
Aprender chino es una excusa perfecta para irse de viaje a este país milenario. Y sé que cuando vaya a China, mi taxista no se perderá. En la tiendas, regatearé tan bien que me llevaré los recuerdos a mitad de precio (¡o eso espero!). Y, lo más importante, en los restaurantes tendré una mediana idea de lo que estoy pidiendo.
¡Ah! ¡Se me olvidaba! También comienzo a reírme mucho con los tatuajes supuestamente en chino que mucha gente lleva.
Como siempre debe hacerse para que la motivación no decaiga al estudiar un idioma, intento no olvidarme de las razones por las que decidí aprenderlo. Releer la lista de vez en cuando viene de maravilla.
No me puedo quejar. La cosa no va del todo mal. Y, sobre todo, lo más importante; tras unos cuantos meses, sigo con muchas ganas de continuar aprendiendo.
En mi próximo artículo, os desvelaré si el chino es tan difícil como lo pintan y las dificultades que he encontrado en su estudio.
Momento Chips
Se estima que existen aproximadamente 7000 idiomas diferentes en el mundo.
Yo siempre lo he dicho, el chino es el idioma del futuro!
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