No es de extrañar que en medio del deprimente invierno noreuropeo hayamos decidido ir a pasar una semanita a Mallorca, la isla de la calma.
Mallorca ofrece al viajero distintas opciones; el paisaje es variado y encontramos desde zonas montañosas con acantilados hasta costas bajas y arenosas.
Sí, esta bella isla española tiene muchas caras y para no perderse ninguna, os propongo un recorrido completo,
1) Casco histórico de Palma de Mallorca
Palma de Mallorca es la capital administrativa de las Islas Baleares y cuenta con la mitad de la población de las mismas.
La ciudad ha tenido una posición privilegiada en el Mediterráneo y de ahí que romanos, árabes, franceses y otros pueblos hayan dejado su huella en ella. Palma se ha convertido así en un atractivo centro histórico. Entre los monumentos más importantes están la Catedral, el Palacio de la Almudaina, los Baños Árabes, el Ayuntamiento y el Castillo de Bellver.
Pero ya os contaré más en un próximo artículo sobre Palma de Mallorca.
2) Valldemosa
A 20 kilómetros al norte de Palma se halla Valldemosa, un romántico pueblecito rodeado de bellísimos paisajes.
En Valldemosa nació la única beata de la isla, Santa Catalina. Su casa natal, convertida en 1782 en oratorio, esta lógicamente en el pueblo.
Y junto a esta casa, se halla la Iglesia parroquial de San Bartolomé, erigida en 1245 y modificada posteriormente.
También se debe visitar la Cartuja, un edificio que el rey Jaime I adaptó como residencia y que en 1339 el monarca Martin el Húngaro regaló a los cartujos. Estos dejaron España en 1835 y la Cartuja fue adquirida por particulares que pronto la habilitan para recibir a visitantes.
La Cartuja también tuvo otros usos. En la Cartuja de Valldemossa se desarrolló la primera parte del confinamiento (1801-1802) de mi querido Jovellanos en Mallorca y en este lugar redactó su Memoria sobre la educación pública. Tras esto, fue trasladado al Castillo de Bellver.
En la Cartuja descansaron nada menos que Chopin y George Sand en 1838-1839. Chopin, de hecho, compuso allí la mayor parte de sus Preludios, Opus 28.
Desde Valldemosa, se puede llegar a la Ermita de la Trinidad. Id hasta el jardín para disfrutar de unas espléndidas panorámicas.
3) Deiá
Deiá es un típico pueblo balear. Las casas parecen salpicar las laderas de la colina. Y en la cumbre, la iglesia.
Como pasa con otros lugares de la isla, muchos artistas e intelectuales han vivido en Deiá. El novelista inglés Robert Graves fue uno de ellos y sus restos y los de su esposa, Beryl, aún se hallan en el cementerio del pueblo.
En Deiá también podréis visitar el pequeño Museo Parroquial en la Iglesia de San Juan Bautista, su Museo arqueológico y paleontológico y la Casa Museo de Son Marroig.
No dejéis de acercaros a su preciosa cala, que cuenta con cristalinas aguas.
4) Sóller
Sóller se ubica en el valle de los naranjos y los limones. Lo mejor es recorrer el pueblecito a pie e ir parándose ante algunas de sus fantásticas casas. En el centro de la villa sorprenderé la gran Parroquia de San Bartolomé y el Ayuntamiento.
El Port de Sóller es un importante refugio natural; a lo largo de su costa se extiende una playa de arena y también existe un puerto. Sobre el barrio de pescadores se halla el Santuario de Santa Catalina.
5) Sa Calobra
Para llegar a este lugar de increíble oreografía, en el noroeste de la isla, necesitaremos cruzar por completo la sierra norte.
En su extremo oriental desemboca el precioso Torrent de Pareis.
6) Formentor
Fomentor se halla en el norte de la isla. De hecho, el Faro de Formentor es el punto más septentrional de Mallorca.
Su litoral cuenta con acantilados que a veces superan los 200 metros de altura e, increíble pero cierto, si hace un día claro, podréis divisar Menorca.
7) Alcúdia
Alcúdia fue fundada por los romanos en el siglo II aC y la conocían por el nombre de Pollentia. Si deseáis visitar las ruinas romanas, tendréis la posibilidad.
Las murallas, aunque han sido reformadas posteriormente, todavía mantienen algunos elementos árabes. El centro histórico peatonal es muy acogedor, con caseríos notables.
Alcúdia se halla junto a la gran bahía que lleva su nombre y la playa. Cuenta asimismo con un pequeño puerto de pescadores, Port d’Alcúdia.
8) Cuevas del Drach
Junto a Porto Cristo, un antiguo puerto de pescadores, hoy popular para el veraneo, se hallan las conocidas Cuevas del Drach, que me recordaron bastante mi reciente visita a la Cueva El Soplao.
Dentro de las cuevas existen doce salas de grandes dimensiones. Las estalactitas y estalagmitas forman decorados de gran belleza, que resaltan aún más gracias a la iluminación.
En el interior también se halla el lago Martel, considerado como uno de los mayores lagos subterráneos del mundo. Si realizáis la visita, contemplaréis a un grupo de músicos interpretando a Chopin desde unas barcas iluminadas que se deslizan por el lago. Tras esto, hasta podréis atravesarlo en una barquita.
Muy cerca están las Cuevas dels Hams, con sus estalactitas arborecescentes en forma de gancho. También son recomendables las Cuevas de Artá, por su espectacular ubicación, encima del mar.
Si tenéis tiempo pasad por la cercana Manacor, tierra natal del tenista Rafa Nadal.
En Manacor destaca la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, donde destaca la Torre Rubí, el Convento de San Vicente Ferrer, con su bello claustro renacentista, y el Palacio Real.
9) Capocorb Vell
En el sur de la isla, cerca del Cabo Blanco, se halla un buen ejemplo de los talayots, increíbles construcciones megalíticas prehistóricas.
Sobre los talayots, os contaré mucho más muy pronto.
10) Playas
Mallorca cuenta con nada menos que 208 playas de aguas cristalinas, de las que varias decenas han sido galardonadas con la bandera azul.
Os sugiero algunos nombres como, por ejemplo, Ciudad Jardín, Cala Pi, Ses Salines, Cala Mondragó, Cala Llombards, Cala Mesquida, Playa de Muro…
Los que vengáis a la isla con peques, quizás queráis acercaros hasta uno de los tres parques acuáticos de la isla (Aqualand y Western Park en Magaluf, Hydrapark en Alcúdia), el delfinario y zoo acuático (Marineland en Portals Nous) o el acuario (Palma Aquarium en la Playa de Palma).
Y no olvidad hacer un poquito de tiempo para iros de compras.
Las pieles y zapatos, las perlas y la artesanía de vidrio están entre los productos estrella de la isla.
Y, por último, tendréis que probar algunos productos típicos como pueden ser ensaimadas, sobrasada, leche de almendra, hierbas de Mall, licor de naranja de Sóller, sopas mallorquinas o frito mallorquín.
Recordad que, además, en la isla hay unos magníficos mercados tradicionales.
Momento Chips
Mallorca es la segunda isla más poblada de España, tras Tenerife en Canarias.
Gracias por el artículo. De todos los lugares que has comentado mi favorito son sin duda las cuevas del Drach y el resto, es impresionante como son estas formaciones naturales y tampoco son muy conocidas por la gente de fuera.
ResponderEliminarExplorar Mallorca en autocaravana es una experiencia inolvidable. Sus paisajes variados, playas doradas y encantadores pueblos cobran vida en la carretera, ofreciendo la libertad de descubrimiento en cada rincón.
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