Los españoles llevamos más de un siglo fieles a la tradición de las uvas. Y algunos países del otro lado del Atlántico también se han apuntado. Es lógico preguntarse de dónde viene está hoy tan anclada tradición.
Parece que en 1882 el alcalde de Madrid impone el pago de un duro, o sea nada menos que 5 pesetas, a aquellos que quisieran recibir a los Reyes Magos, una tradición que servía sobre todo como excusa para beber mucho y hacer ruido. Además, en aquel entonces, las familias acomodadas ya tomaban uvas con champán el día de Nochevieja. Allá por 1896, algunos madrileños, privados de su tradicional fiesta y con mucha guasa, deciden imitar a los burgueses y acuden a la Puerta del Sol a tomar uvas al son de las campanadas.
La tradición ya se conoce en toda España a principios de siglo pero es en 1909 que realmente se extiende. En ese año los agricultores levantinos se encuentran con un gran excedente de uva y logran popularizar la nueva costumbre que, en la actualidad, es una consolidada tradición. ¡Esos sí que eran expertos en Marketing y lo demás, tonterías!
Os dejo ir preparando las uvas. Esta noche nos toca comerlas a todos. Ya sabéis que se dice que el que se come las doce uvas al compás de las campanadas, tendrá un año próspero.
¡Feliz 2013!
Momento Chips
El día de Nochevieja los argentinos comen 12 uvas pasas, que no frescas como en España.
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