Hace unas semanas leía con interés un artículo en el periódico “Le Figaro” sobre las cosas que teníamos que hacer en
París para sentirnos un verdadero habitante de la ciudad.
Esta es mi versión mejorada de esa lista. Os presento
50 actividades muy parisinas, que lógicamente he tenido la oportunidad de probar y disfrutar.
Capital gourmet
1) Cenar en el Restaurante
Les Ombres en lo alto del
Museo del Quai Branly (Distrito VII)
2) Almorzar en la terraza del
Café Marly, uno de tantos establecimientos Costes. Y es que esta terraza está situada frente a la
Pirámide del Museo del Louvre (I)
3) Tomar algo en el
Train Bleu en la
Estación de Lyon (XII), sin por tanto irnos de viaje.
4) Cenar en la
Brasserie Lipp (VI), en la planta baja, seguramente muy cerca de algún famoso. O también, gastarnos 80 Euros en un pollo asado con patatas paja para dos en
L’Ami Louis (III)
5) Tomar una sopa de cebolla en
Les Halles (I) para a continuación acercarnos a
Berthillon (IV) para comprar un helado.
6) Llenar la cesta de la compra en la
Grande Epicerie, supermercado gourmet de los almacenes
Le Bon Marché (VII) o arruinarnos un domingo por la mañana en el mercado de productos bio del
Bulevar Raspail (VII)
7) Probar un “
macaron” de caramelo a la mantequilla salada en
Ladurée (VIII)
8) Tomar un té a la menta en la
Mezquita de París (V). Después, comprar nuestro té preferido en
Mariage Frères.
9) Brindar con los viticultores durante la
Fiesta de la Vendimia en
Montmartre (XVIII), a principios de octubre.
10) Comer un “falafel”, una croqueta de garbanzos, un domingo en
L’As du Fallafel,
Calle des Rosiers (IV)
11) Ir de picnic al
Puente de las Artes (VI)
12) Pedir un chocolate caliente en el
Café de Flore (VI) o, si lo preferís, ir a
La Coupoule (XIV) y sentarnos en sus bancos rojos.
13) Pedir un cocktail en el
Bar Hemingway del
Ritz (I), antes de que el hotel cierre por obras.
Ciudad romántica
14) Grabar un corazón sobre una de las paredes de las
Catacumbas (XIV)
15) Contemplar, caída la noche, la ciudad iluminada desde un
Bateau Mouche mientras nos tomamos una copa de champán.
16) Quedar en algún lugar emblemático de la ciudad, como en frente de
Notre Dame (IV), en la
fuente de Saint Michel (V) o en las escaleras de la
Ópera Garnier (IX)
17) Tomar algo en la terraza del
Café Bourbon (VII), detrás de la
Asamblea Nacional, al atardecer.
Tesoros ocultos
18) Ir a pasear por el
Cementerio de Père Lachaise (XX) y pasar delante de las tumbas de Jim Morrison u Oscar Wilde.
19) Ir a hacer "footing" a las
Tullerías (I) a primera hora de la mañana.
20) Dar una vuelta por la
Plaza de los Vosgos (III-IV) intentando identificar el piso del político Jack Lang o de DSK.
21) Inscribirnos a un paseo en patines por París. Luego, comprar un abono
Vélib’, el servicio de alquiler de bicicletas públicas.
22) No dormir y participar en la
Noche Blanca parisina, en octubre.
23) Subir a lo alto de
Beaubourg (IV) por sus escaleras mecánicas.
24) Admirar los escaparates navideños de los grandes almacenes.
25) Buscar el
Café des Deux Moulins (XVIII), el Café de Amélie Poulain. Y no os olvidéis de visitar la
Iglesia de Saint Sulpice (VI) si queréis recordar las aventuras de “El Código Da Vinci”
26) Dar una vuelta por la lujosa
Calle Saint Honoré sin gastar ni un céntimo.
27) Asistir a un desfile del 14 de julio, fiesta nacional francesa, en los
Campos Elíseos.
28) Jugar con los barcos en miniatura en el gran estanque en las
Tullerías (I) o en los
Jardines de Luxemburgo (VI). Tras esto, terminar de leer una novela en una de las, a veces tan difíciles de encontrar, sillas verdes de los
Jardines de Luxemburgo.
Ciudad de la Luz
29) Comprar un billete para una noche Almodóvar en el
Cine Champollion (V) o para un ciclo “Star Wars” en el
Grand Rex (II)
30) Insultar a los taxis, que pasan siempre llenos. Y, en la misma línea, volver a casa a pie porque hemos perdido el último metro.
31) Esperar que las luces de la
Torre Eiffel (VII) se pongan a brillar.
32) Tomar el aperitivo en el
Canal Saint Martin (X), entre dos partidas de petanca.
33) Ir a bailar a uno de los salones de
Maxim’s (VIII)
34) Tras subir a
Montmartre en funicular, ver la puesta de sol desde las escaleras del
Sagrado Corazón (XVIII)
Centro cultural y artístico
35) Ver una ópera en la
Ópera de la Bastilla (XII)
36) Ir al
Museo del Louvre (VIII), aunque sólo sea para ver de nuevo la sonrisa de “La Gioconda” o admirar el cuadro “La Noche Estrellada” de Van Gogh en el
Museo de Orsay (VII)
37) Ver una obra de teatro en la
Comédie Française (I)
38) Ojear los libros en las librerías
La Hune o
L’Ecume des Pages (VI)
39) Ver la “Puerta del Infierno” en los jardines del
Museo Rodin (VII)
40) Comprender la
Batalla de Austerlitz en los
Inválidos (VII)
41) Tras perderse por los pasadizos subterráneos de
Châtelet-les-Halles, ver un musical en el
Teatro de Châtelet (I)
42) Entrar en las cajas fuertes del
Banco de Francia (I) durante las
Jornadas del Patrimonio en Septiembre.
43) Llevar a los más pequeños al teatro de guiñol más antiguo de París, en la
rotonda de los Campos Elíseos (VIII)
De compras
44) Salir de
Colette (I) con infinidad de objetos inútiles.
45) Haber pujado, sin pasarse, en una de las salas de venta de
Drouot (IX)
46) Relajarse en el spa de un hotel de lujo como
Plaza Athénée (VIII) o
Meurice (I)
Visitas clásicas
47) Subir a la
Torre Eiffel (VII) en ascensor y bajar a pie.
48) Pasar un domingo en el rastro.
49) Hacer, igual que un turista, un circuito en los autobuses amarillos del
Open Tour.
50) Recorrer medio París hasta encontrar una plaza de aparcamiento libre. La única manera de evitarlo es pasar un mes de agosto en un maravilloso París desierto.
Momento Chips
París cuenta con 37 puentes que atraviesan el río Sena.