Parece que Helen Dean comenzó a hornear sus mundialmente famosas galletas de mantequilla allá por el año 1975, para recolectar dinero para la banda de gaitas de Huntly, de la que su marido era tambor mayor.
Las galletas tuvieron tanto éxito que Helen decidió abrir su propia tienda de shortbread. Y, unos años más tarde, concretamente en 1992, la tienda se convierte en fábrica.
La fábrica no ha variado la receta que tan famosa la ha hecho, la de Helen Dean, y hornea sus galletas usando métodos tradicionales. El shortbread Dean’s es hoy conocido en todo el globo.
Los ingredientes principales utilizados por Dean’s son locales aunque a veces introducen algunos ingredientes venidos de lejos, como chocolate belga o pasas turcas, creando así una gama más variada de productos.
En la fábrica se puede ver todo el proceso de elaboración del shortbread. Primero, los ingredientes básicos, harina, mantequilla, azúcar y sal, son mezclados y amasados en cantidades exactas. Una vez que la mezcla tiene la consistencia suave necesaria, es transferida a grandes bandejas que se introducen en el horno. Un experto supervisa el shortbread en todo momento y sólo se saca del horno cuando él estima que está listo. El personal lo corta a mano cuando aún está caliente. Tras esto, las galletas se dejan enfriar, tal y como haríamos en casa. Tan pronto enfrían, se separan y empaquetan para que lleguen al consumidor crujientes.
Al final de nuestra visita, podemos quedarnos a degustar el shortbread y sentirlo deshacerse en la boca. ¡Qué delicia!
Pero si preferís dejarlo para más tarde, también podéis comprar algunas cajas en la tienda anexa o hacerlo en casa siguiendo mi receta de shortbread.
Momento Chips
La fábrica de shortbread de Dean utiliza 500 toneladas de mantequilla anuales para la elaboración de sus galletas.
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