Estas galletitas de mantequilla son una verdadera institución en Escocia y lo mejor de todo es que son muy fáciles de hacer. Para prepararlas sólo hay que recordar una regla básica: 3, 2, 1. Efectivamente el “shortbread” se hace con tres partes de harina, dos partes de mantequilla y una parte de azúcar.
Receta: Shortbread
Para 10-12 galletas - Tiempo de preparación: 50 minutos.
Ingredientes: 150 g de harina, 100 g de mantequilla ligeramente salada, 50 g de azúcar (preferiblemente “Golden caster sugar”, azúcar moreno muy fino), azúcar para espolvorear
Precalentamos el horno a 160°C.
Mezclamos la harina con la mantequilla, en cubos y a temperatura ambiente, hasta conseguir una mezcla harinosa. A continuación, añadimos el azúcar hasta conseguir una textura pastosa en forma de bola. Alternativamente, podemos utilizar un robot de cocina para mezclar los tres ingredientes.
Con la ayuda de un rodillo y sobre una superficie enharinada, estiramos la bola obtenida hasta que el grosor sea de aproximadamente 1 cm.
Cortamos las galletas en la forma deseada (redonda, rectangular - fingers -…). Idealmente, utilizaremos moldes para hacerlo. Si lo deseamos, también podemos decorarlas ayudándonos de los dientes de un tenedor.
Colocamos sobre una bandeja engrasada o sobre papel sulfurizado y metemos en el horno durante 25-30 minutos. Una vez horneado, el color del “shortbread” debe ser pálido pero debe estar bien crujiente.
Espolvoreamos un poco de azúcar sobre las galletas recién salidas del horno.
Dejamos enfriar.
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Antiguamente, en Escocia, los panaderos catalogaban al “shortbread” como pan para evitar tener que pagar el impuesto que existía sobre las galletas.
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