La alerta de tsunami a nivel internacional se extendió rápidamente, sin los errores de 2004 en el Océano Indico. El maremoto llegó a las islas y costas americanas del Pacífico debilitado.
A pesar de que Japón ha adaptado todas sus infraestructuras y edificios a los acontecimientos de este tipo, el terremoto, de magnitud 8,9 en la escala de Richter, causó graves estragos y los nipones pronto comenzaron a preocuparse por los posibles efectos en sus centrales nucleares. Todavía hoy estamos en vilo tras explosiones y primeras emisiones radioactivas. Aún no sabemos si lo peor va a suceder (cruzo los dedos con fuerza para que no ocurra). Las consecuencias, vista la talla de estas centrales, podrían marcar a toda una generación y, eso, a escala mundial. Un nuevo Chernóbil no está descartado.
En una época de crisis energética mundial, en la que muchos abogan por la energía nuclear por ser limpia y más económica, sólo nos acordamos de los posibles problemas de seguridad y de sus consecuencias cuando una tragedia sucede. ¿Es el hombre capaz de controlar todos los fenómenos naturales? ¿Y los ataques de tipo terrorista a centrales? ¿El error humano ya no existe? No estoy segura…
Explosión en el reactor n°1 de la central nuclear de Fukushima
Momento Chips
La palabra tsunami proviene del japonés. “Tsu” significa puerto y “nami” significa ola. El vocablo se refiere, por tanto, a una gran ola que irrumpe en un puerto.
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