Lo que más me ha costado perfeccionar ha sido el famoso volteo de la tortilla pero os aseguro que todo está en la práctica. Un plato o una tapa un poquito mayor que la sartén servirán aunque he de confesar que uso frecuentemente un vuelve-tortillas. El artilugio, una simple tapa de plástico con un asa, está de venta en casi todos los bazares en España y convierte la complicación de darle la vuelta a la tortilla en una cosa de niños.
Muchas veces, en el extranjero me encuentro con recetas en las que se incorporan demasiados huevos. Nuestra tortilla es sólida. Y cuanto más gruesa, más sabrosa.
Hay muchas variantes dependiendo de los gustos (con chorizo, con pimientos morrones, sin cebolla) bien que no hay nada como la receta de base. Como diría Arguiñano, “Rico, rico”
La tortilla de patatas se popularizó por casi toda España a mediados del siglo XIX.
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